INTRODUCCIÓN
La incorporación de la vitrificación a la práctica clínica ha propiciado una mejoría en los resultados de la criopreservación embrionaria, cambiando determinados esquemas de actuación clínica y de laboratorio en el manejo de los casos con riesgo de aparición de síndrome de hiperestimulación ovárica (RSHO), posibilitando el que la transferencia de los embriones se efectúe en un segundo tiempo, sin que afecte a los resultados, y evitando la aparición del síndrome en caso de gestación. Por otro lado, siguiendo la tendencia actual de reducir el número de gestaciones múltiples, va a permitir transferir un número menor de embriones, con lo que estas disminuyen (1). Al criopreservar los embriones sobrantes, se puede realizar más de un intento de transferencia embrionaria por ciclo de Fertilización in Vitro (FIV), disminuyendo la exposición a gonadotropinas exógenas y rentabilizando la efectividad de cada ciclo, con el resultado de un incremento en la tasa acumulada de gestación (2-7).
Incluso Zhang (8) encuentra unas tasas de gestación superiores en los ciclos de transferencia de embriones criopreservados frente a los de fresco en pacientes de mini-FIV, en la que se realiza la estimulación de la ovulación a dosis bajas, obteniendo un número menor de ovocitos y, por tanto, de embriones. (41% vs 20%, p<0,05) (8).
En el presente trabajo se han utilizado dos técnicas de criopreservación embrionaria: el protocolo lento (PL) y la vitrificación (V). La primera en aplicarse fue el PL (9), que consiste en un proceso donde se induce la formación de cristales cerca de los embriones a congelar, produciendo un gradiente osmótico que extrae el agua desde el compartimento intracelular hasta que se produce la congelación (10). El embrión es expuesto progresivamente a bajas concentraciones de medio crioprotector, glicerol, DMSO o propanodiol PROH (11), se congela de -5 a -7 º C durante varios minutos hasta que se equilibre, se inicia la congelación extracelular hasta llegar a -30 y -65º C y se almacena en nitrógeno líquido. Esto ocasiona la formación de cristales de hielo que pueden dañar al embrión y detener su desarrollo, por lo que sus resultados son imprevisibles en lo referente a supervivencia embrionaria y consiguientes tasas de gestación (12).
La V (13) es una técnica ultrarápida de criopreservación embrionaria, en la que los compartimentos intra y extracelular se vitrifican tras la deshidratación (10), y en la que el embrión pasa de temperatura ambiente a -196º C en un tiempo inferior a un segundo, prácticamente de manera inmediata (14), con la utilización de unas concentraciones elevadas de crioprotectores.
Las tasas de éxito en la mayor parte de los protocolos de criopreservación en cualquier técnica que se utilice permanecen por debajo de las que se obtienen en las transferencias en fresco (15, 16), a pesar de que los embriones que se seleccionan para congelar también son los que tienen una mejor morfología (< 20% de fragmentaciones, citoplasma homogéneo y blastómeras homogéneas) (17).
Por todo ello, son necesarios estudios más amplios para determinar el método más eficaz.
El objetivo del presente trabajo es comparar los dos métodos de criopreservación embrionaria, lenta y vitrificación, en cuanto a tasas de supervivencia, desarrollo y tasa de gestación para valorar que protocolo es más eficaz.
Así mismo, se han relacionado los resultados clínicos con el estadio de división embrionaria en el que se llevó a cabo la congelación (18, 19), motivo por el que lo hemos analizado. Se han comparado éstos resultados según el día postpunción, +2 ó +3, en que se ha efectuado la criopreservación para determinar el día óptimo para llevarla a cabo.
Posteriormente se analizaron los resultados dividiendo la población en tres grupos según la procedencia de los embriones para valorar la posibilidad de diferir la transferencia embrionaria en los casos de riesgo de Sdr. de Hiperestimulación ovárica, y comprobar si esto afectaría a los resultados:
Por lo tanto, en los dos últimos casos, se vitrificaron todos los embriones y se difirió el transfer de los embriones congelados (TEC) a un segundo tiempo, para prevenir el RSHO.
Además, se expone la tasa de gestación acumulada en los sucesivos TEC en ambas técnicas.
MATERIAL Y METODOS
Se ha realizado un estudio retrospectivo de criopreservación embrionaria desde el año 2001 hasta el 2011, en la Unidad de Reproducción Humana del Hospital Universitario de Canarias. Con protocolo lento desde el 2001 hasta el 2007, y desde el 2008 al 2011 con vitrificación embrionaria.
Se han criopreservado un total de 4634 embriones, con protocolo lento: 2326 embriones en 614 ciclos de 590 pacientes y con vitrificación: 2308 embriones en 777 ciclos de 603 pacientes. Con un total de 1391 ciclos de transferencia de embriones congelados en 1193 pacientes
La edad media de las pacientes fue de 34,4% en el protocolo lento y 34,3% en la vitrificación, sin que se observen diferencias estadísticamente significativas (p=0,43 t-Student).
Respecto a la técnica de inseminación de ovocitos, en la V se realizó ICSI en 401 pacientes, que supone un 54%, FIV en 303, en el 40,8%, y mixto, (FIV e ICSI en la misma paciente), en 38 de ellas, un 5,1%.
En el PL se realizó ICSI en 219 pacientes, un 54,6%, FIV en 159, el 39,7% y mixto en 23 casos, un 5,7%.
No se han objetivado diferencias entre la técnica aplicada en ambos grupos (p=0,87).
Al analizar la edad en el grupo de pacientes con embriones sobrantes criopreservados, la media era de 35 años (DT 3,8), en las pacientes con RSHO en las que se indujo la ovulación con antagonista de la GnRH, la media de edad era de 33 años (DT 3,5) y en el tercer grupo, pacientes con RSHO en las que no se realizó la transferencia en fresco, fue de 34 años (DT 4,2) (p<0,001). Habiendo diferencias estadísticamente significativas entre la edad del grupo de embriones sobrantes y del grupo de inducción de la ovulación con agonistas. En estos tres grupos, todos los embriones se han criopreservado con la técnica de vitrificación.
En lo que respecta al número de embriones descongelados, en el grupo de embriones sobrantes, la media fue de 4 (DT 2,4), en el grupo RSHO inducción agonista se descongelaron una media de 7 embriones (DT 4,2), y en el grupo RSHO inducción LHr, la media de embriones fue de 7 (DT 3,2). Hay diferencias estadísticamente significativas entre el grupo de embriones sobrantes y el de RSHO agonista (p<0,001).
La técnica aplicada en el grupo de embriones sobrantes fue ICSI en el 54,5%, FIV en el 40,6% y mixta en el 4,9%. En el grupo RSHO inducción agonista, se hizo ICSI en el 61,1%, FIV en el 37% y mixto en un 1,9%. Y por último, en el grupo RSHO inducción LHr, se hizo ICSI en el 51,7%, FIV en el 37% y mixto en un 1,9%. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la técnica aplicada en los tres grupos de estudio.
Protocolo de estimulación ovárica
El protocolo estimulación de la ovulación utilizado ha sido el agonista largo, el agonista corto y el antagonista.
En el ciclo antagonista, si el E2> 2800-3000 UI o si se objetiva que hay un elevado número folículos ecográficamente, para evitar el SHO se pauta acetato de leuprolide 0,4ml sc. (Procrin®) como inductor de la ovulación, congelando toda la cohorte embrionaria y efectuando la transferencia en un segundo tiempo.
Asimismo, tras la inducción con LHr, si en la punción, se obtienen más de 20 ovocitos o la paciente presenta síntomas de SHO antes del transfer, se congelan los embriones y se realiza el transfer en un segundo tiempo.
Los embriones se transfirieron en un ciclo de protocolo antagonista corto. La transferencia embrionaria se llevó a cabo con el catéter Labotec®.
Protocolo de congelación lenta:
Este protocolo se utiliza para la congelación sólo de embriones en estadío de división en día 2, 3 ó 4. Utilizamos medios de congelación en protocolo lento (Embryo Freezing Pack, Medicult). Se utiliza para ello placas de cuatro pocillos y se realiza en tres pasos con un volumen de 600μl de los viales 1, 2 y 3. El medio se atempera dos horas a temperatura ambiente antes de su uso. Se pasan los embriones a congelar a razón de 2 ó 3 por tanda al medio 1, 5 minutos, después al medio 2, 10 minutos y por último al medio 3, 15 minutos, todo ello a temperatura ambiente. Tras esto se carga la pajuela (Cryobiosystem de 0.3 ml.) y se dejan dos cámaras de aire entre el medio y la zona donde están los embriones. Tras tener cargada la pajuela se pasa al criocongelador biológico (planer), donde se inicia una rampa de congelación programada: se pasa de temperatura ambiente a -7º C a razón de -2º C/ min, se mantiene 5 min. a -7º C, a continuación se hace un seeding manual. Tras el seeding sigue la curva de -7º C a -30º C a razón de -0,3º C/min, de -30º C a -150º C a razón de -50º C/min. y finalmente se sumerge en nitrógeno líquido y se almacena convenientemente identificado.
Protocolo de descongelación lenta:
Este es un protocolo en cuatro pasos que se realiza en placa de cuatro pocillos. El medio de descongelación se atempera durante 2 horas a temperatura ambiente previo a la descongelación de los embriones.
Cuando se extrae la pajuela con los embriones a descongelar se mantiene 30 segundos a temperatura ambiente y seguidamente se sumerge en baño de agua a 30º C durante 1 minuto. A continuación se corta la pajuela para liberar los embriones y estos se pasan al medio 1, 5 minutos, después pasan al medio 2, 5 minutos, a continuación al medio 3, 10 minutos, y por último al medio 4 donde se lavan bien los embriones y ya se pasan a la placa de cultivo donde se valorará la supervivencia y pasarán al incubador hasta el momento de la transferencia.
Protocolo de vitrificación de embriones:
Este es un protocolo en dos pasos que contiene dos medios, el medio de equilibrio y el medio de vitrificación (Medicult Vitrification Cooling). Previo a su uso debe atemperarse 30 minutos a temperatura ambiente. Los embriones a vitrificar ( de 1 a 3), se depositan en el medio de equilibrio donde están 5 minutos y después se pasan al medio de vitrificación y acto seguido se depositan en el soporte de congelación cerrado de alta seguridad (sistema HSV) todo ello en el transcurso máximo de 1 minuto y se sumerge rápidamente en nitrógeno líquido. Una vez sumergidos en el nitrógeno líquido se almacenan convenientemente identificados.
Protocolo de desvitrificación de embriones:
Para la desvitrificación (Medicult Vitrification Warming) se prepara medio de calentamiento (warming medium) que se calienta a 37º C durante 30 minutos y al mismo tiempo se atempera a temperatura ambiente los medios de dilución 1, dilución 2 y dos muestras de medio de lavado (washing medium). Una vez preparados los medios se prepara la pajuela de embriones a descongelar que se traslada al laboratorio sumergida en nitrógeno líquido. Se corta la pajuela con rapidez y se depositan los embriones en el medio de calentamiento a 37º C donde se dejarán de 1 a 3 minutos sobre placa calefactada. A continuación se pasan al medio de dilución 1, 3 minutos, luego al medio de dilución 2, 3 minutos, luego al medio de lavado 3 minutos, y por último a un segundo medio de lavado 3 minutos, tras lo cual se pasan los embriones a la placa de cultivo donde se lavan y valoran al microscopio para luego quedar en cultivo en el incubador hasta el momento de la transferencia.
Se han criopreservado los embriones que según el criterio de ASEBIR han sido clasificados de categoría A, B o C. En ningún caso se incluyen los embriones de categoría D (20).
Consideramos la supervivencia embrionaria cuando al menos el 50% de las blastómeras sobreviven a la descongelación.
Análisis estadístico:
Los resultados de las variables cuantitativas se expresan con medias y desviaciones estándar. Las variables cualitativas se expresan con porcentajes y frecuencias.
Las comparaciones de proporciones se realizaron con la prueba de Jonckheree-Terpstra, y KrusKal- Wallis, según procedió. Se consideró significativo todo valor de p<0,05.
RESULTADOS
El número de embriones descongelados por paciente ha sido similar en ambos grupos, PL: 2326 vs V: 2308 (NS). Por paciente se han descongelado en la V, 5±3, y en el PL, 4±2. (p<0,001).
En el grupo de PL sobreviven el 31,3% de los embriones y llegan al transfer el 52,1% de las pacientes, con una tasa de gestación del 12,5% por transferencia.
Con la V sobreviven el 76,2% de los embriones y llegan al transfer el 94,4% de las pacientes, con una tasa de gestación del 21,7 por transferencia.
El promedio de supervivencia embrionaria con la V es superior al PL (p<0,001), esto ha permitido un porcentaje de transferencias mayor con la V, del 94,9%, frente al 52,1% en el PL, siendo superior también el número de embriones transferidos, de manera global 1412 con la V frente a 397 en el PL y, también por paciente, en la V de 2±0,5 en comparación a 1±1 en el PL (p<0,001). La tasa de gestación con la V, por ciclo del 20,6% y por transferencia del 21,7% ha sido superior al compararla con el PL, que fue del 6,5% por ciclo y del 12,5% por transferencia (p<0,001). (Tabla 1).
Hemos realizado 40 ciclos sucesivos tras una primera TEC en el grupo PL, frente a 160 en V, (p<0,001). Cuando se suman las gestaciones tras las sucesivas tandas de descongelación y transferencias (tasa acumulada de gestación), es superior en la V, de 21,7% a 26,5% frente al PL de 6,8% a 12,5% (p<0,001).
Con el PL, al comparar los resultados de la congelación de los embriones en el día +2 frente a la congelación en el día +3, observamos que la supervivencia embrionaria es superior en el día +2, del 42% frente al 27,8% en el día+3 (p<0,001). También el porcentaje de transferencias es superior en el día +2 (67,3% vs 46,9%), (p<0,001). Sin embargo, la tasa de embarazo por ciclo es menor en el día +2 (7,6% vs 14,8%), aunque no es significativa (Tabla 2).
Con la V no encontramos diferencias significativas entre la congelación en el día +2 respecto al día +3, en ninguno de los parámetros estudiados (Tabla 3).
Al comparar la criopreservación con PL y V en el día +2, los resultados son superiores cuando se realiza mediante la V: el número de embriones descongelados fue similar, la supervivencia embrionaria fue superior con la vitrificación, un 77% en la V, frente al 42% en el PL (p<0,001), también observamos un mayor número de transferencias en la V, del 61,6%, en tanto que en el PL se realizaron en el 35,9% (p<0,001). Así mismo, la tasa de gestación por ciclo fue superior en la V, del 18,6%, en tanto que en el PL supuso el 7,6% (p<0,001). (Tabla 4).
Cuando comparamos la criopreservación con PL y V en el día +3, los resultados son superiores con la V: con un número similar de embriones descongelados, la tasa de supervivencia alcanzó el 96% en los embriones con la V, en tanto que con el PL sobrevivieron el 50,6% (p<0,001). El porcentaje de embriones que se pudieron transferir fue también superior con la V (61,5% vs 23,2%) (p<0,001). El número de transferencias por ciclo, es superior con la V frente al PL (P<0,001). Sin embargo, aunque la tasa de gestación por transfer, es superior con la V, del 22,7% frente al 14,9%, no fue estadísticamente significativo (Tabla 5).
Se compararon los resultados de tasas de gestación en las pacientes con TEC de embriones sobrantes, con TEC procedentes de ciclos con RSHO en los que se desencadenó la ovulación con Análogos agonistas y de TEC con RSHO en las que se indujo la ovulación con LHr. La tasa de gestación por ciclo alcanzó el 12% cuando se transferían embriones sobrantes tras un primer ciclo en fresco, frente al 24,6% en el grupo de inducción con GnRH-ag y del 20,3% en el de inducción con LH, grupos en los que se criopreservó toda la cohorte embrionaria por RSHO. Encontramos diferencias estadísticamente significativas entre la tasa de gestación por ciclo de los embriones sobrantes y el grupo GnRH-ag, siendo superior en éste último (p<0,001), pero no entre los otros dos grupos en los que se criopreservaron los embriones por RSHO (0,50 y 0,10).
En la gestación por transfer no hubo diferencias entre ambos grupos de RSHO (0,34), pero sí entre los sobrantes y los otros dos grupos de estudio (p<0,001) (Tabla 6).
Nuestro promedio porcentual de tasa de gestación por transfer entre el periodo 2001-2004 ha sido de 35,57%, mientras que en el periodo 2008-2011 fue del 31,95% (NS).
DISCUSIÓN
La congelación embrionaria ha sido uno de los principales avances en el campo de la reproducción asistida, siendo un complemento al tratamiento de FIV/ICSI, con lo que posibilita la utilización futura del exceso de embriones (21).
El PL presenta unas tasas más bajas de supervivencia embrionaria, el proceso es lento y requiere un equipamiento caro y sofisticado, con un elevado consumo de nitrógeno líquido, para alcanzar el nivel de congelación (10), lo cual no es recomendable para los nuevos laboratorios de reproducción y en los países en vías de desarrollo (21). Además, se ha demostrado que en modelos animales produce un trauma celular, alteraciones metabólicas y una reducción en la viabilidad (22). La mayor parte de estos daños son secundarios a lesiones de la congelación, estrés osmótico, la toxicidad del crioprotector y la formación de cristales (10).
La vitrificación es un método rápido, sencillo y se puede realizar de manera más económica en unas condiciones que no precisan equipamiento especial (10, 21, 23). Se realiza con mayor rapidez, solo varios minutos, en comparación con 1 o 2 horas que precisa el PL. Debido a la rapidez del proceso, el embrión se solidifica directamente y adquiere una consistencia similar al vidrio, sin la formación de cristales de hielo. Otra ventaja es que la velocidad del proceso minimiza el tiempo en que el embrión está fuera del incubador (5, 24). Sin embargo, el colocar la muestra en el soporte de congelación, requiere mucha más experiencia que la que se necesita en el protocolo lento. Por otra parte, tiene un menor impacto en el metabolismo del embrión, lo que se refleja en unas altas tasas de supervivencia y subsecuente división in vitro, produciendo menos lesiones a las células que el PL y por lo tanto, es más efectivo (5). Sorprendentemente, la extracción del agua intracelular en la rápida franja de tiempo de la vitrificación no parece que afecte a la viabilidad del embrión (25).
Por otro lado, es posible la repetición de la vitrificación en embriones con el resultado de gestación, lo cual nunca ha sido publicado con el PL (26). No obstante, el uso de altas concentraciones de crioprotectores posiblemente tóxicos, podría tener efectos adversos en el embrión o en la descendencia (14).
En muchos estudios es imposible realizar una comparación entre las tasas de gestación del Pl vs V, pues los datos se refieren a transferencia de embriones en diferentes estadios de desarrollo. En un estudio de 120 embriones congelados, se encontró tasas más elevadas de supervivencia e implantación, con un aumento en la tasa de gestación tras la transferencia de embriones vitrificados vs PL, pero no fue estadísticamente significativo (17,4%; 95%CI) (18). De igual manera, Wilding (21) encuentra que aunque el número de blastómeras con lísis parcial era inferior en la vitrificación, la tasa de supervivencia, gestación e implantación era similar en V y PL, y sin embargo, en otros trabajos fueron superiores con la vitrificación (27). Son (23) publicó una tasa de supervivencia del 61,8% con el PL y ningún embarazo, en comparación con el 85,5% de supervivencia y el 25% de gestación con la V. En su metanálisis, AbdelHafez (28) objetiva que la V tiene una mayor incidencia de gestaciones comparada con el PL (89/230 versus 128/387; OR = 1,55, 95% CI = 1,03–2,32). También Loutradi (29), en otro metanálisis, concluye que la V tiene una tasa de supervivencia superior.
Valorando los metanálisis y los estudios retrospectivos, la supervivencia, las tasas de gestación e implantación son superiores con la V (19, 29, 30), datos que coinciden con los de nuestro trabajo, máxime cuando en nuestro Centro no hay diferencias en las tasas de gestación con embriones en fresco, en los dos periodos de estudio. Sin embargo, otros estudios muestran que no había diferencias en las tasas de gestación (21, 27). Edgar (31) estima que la supervivencia es el principal parámetro cuando se comparan ambas técnicas, que son superiores con la V del 90% o más, y que una vez sobreviven las tasas de implantación son similares a la de los embriones frescos.
Sifer (32) estima que los embriones vitrificados resisten significativamente mejor los procesos de criopreservación/descongelación que los de PL, (supervivencia: 98,3±13,1% vs 77,3±32%, p<0,001), en consecuencia, estos resultados estarían asociados con una mejoría de la tasa de gestación por descongelación (32,7% y 18,5%, p<0,03).
AbdelHafez (28), al igual que nosotros, halla en los resultados de su metanálisis que la V es superior basándose en la comparación directa de la supervivencia embrionaria y las tasas de gestación. Nosotros hemos obtenido una mayor supervivencia embrionaria con la vitrificación, con un mayor pool de embriones a transferir, con lo cual ha aumentado el número de transferencias, que suponen el 94,4% de las pacientes, frente a solo el 32,2% del PL y de embriones transferidos por paciente (p<0,001). Otros autores, obtienen una tasa de gestación superior a la nuestra, tanto por ciclo como por transfer del 45 y 46,8% en V vs 30,5 y 37,7 en PL, superior siempre con la V (33).
Pocos autores comparan ambas técnicas dependiendo del estadio embrionario (18, 34), existiendo cierta controversia acerca del día de desarrollo del embrión en el que se debe efectuar la criopreservación. Unos encuentran mayores tasas de gestación cuando congelan en el día +2, mientras que otros obtienen mejores resultados cuando lo hacen en el día +3, así Solé (25) demuestra que los embriones con mejor tasa de implantación eran los congelados en día +3, con 6 a 9 blastómeras de igual tamaño, con una tasa de supervivencia tras la descongelación del 80 al 100% y con dos o más blastómeras divididas, o con signos de compactación tras una noche de cultivo. La vitrificación ha mostrado buenos resultados tanto si se realiza en estadio de zygoto (día +1), de división embrionaria (día 2-3) o de blastocísto (día +5) (2).
Diversos autores compararon la vitrificación en estadio de pronúcleos (día +1) y en día +3, y en blastocísto, no encontrando diferencias en las tasas de implantación, gestación o embarazos múltiples. La única diferencia consistió en la tasa de supervivencia en los embriones vitrificados en día +3, respecto a los del día +1 o en blastocísto (35), dato también presente en nuestro estudio, teniendo en cuenta que nosotros no hemos comparado la vitrificación en estadío de blastocisto.
La mayor parte de los estudios sobre V en estadio de división embrionaria muestran unas tasas de supervivencia elevadas del 80%, con unas tasas de embarazo que oscilan entre el 22 y 35%, más elevadas que en la congelación lenta (18).
Otros sugieren que las tasas de supervivencia 96,3% y gestación de 29,4%, fueron superiores cuando se vitrificó en estadio de blastocísto (36). Las tasas de éxito con la vitrificación oscilan desde un 23% hasta el 62%. Oehninger (37), halla mejores resultados cuando criopreserva en estadio de pronúcleos y transfiere en blastocísto. Por otro lado, Balaban (5) realizó la comparación de ambas técnicas en el día +3, encontrando una mayor supervivencia con la vitrificación frente al PL, al igual que en nuestro trabajo. Nosotros no hemos observado diferencias estadísticamente significativas en ninguno de los parámetros estudiados cuando se congelan los embriones en día +2 o +3 con la V, lo que nos permite una cierta flexibilidad en la organización del laboratorio.
La vitrificación embrionaria aumenta el potencial reproductivo de cada ciclo. La tasa de gestación por transfer es del 32% en buenas respondedoras y un 20% en bajas respondedoras, incrementando hasta un 50% el potencial reproductivo en estas parejas, considerando los resultados del ciclo en fresco sumado al ciclo de transferencia de embriones congelados sucesivos a una única estimulación (38). En nuestro estudio, solo sumando los sucesivos TEC realizados en pacientes cuyos embriones fueron vitrificados, hemos conseguido una tasa de gestación acumulada que va del 21,7% al 26, dado que la supervivencia embrionaria es mayor, y hay más pacientes con más de un ciclo de TEC, en comparación con el PL, donde no se produjo un incremento en la tasa de gestación acumulada.
En nuestra experiencia, la técnica de PL resulta menos efectiva que la V, a pesar de no dar diferencias significativas, las tasas de implantación son mayores con la vitrificación, conseguimos menores tasas de supervivencia embrionaria y de transferencia por paciente. Con la V hay una mayor tasa de gestación respecto al PL, y una mayor tasa de supervivencia embrionaria, lo que implica que se pierden menos embriones durante el proceso. Por tanto, la V en comparación con el PL, es un método eficaz para la criopreservación embrionaria.
Al comparar los resultados de la criopreservación de embriones sobrantes tras un primer transfer en fresco, con los casos en los que se difiere el transfer y se criopreservan todos los embriones para prevenir el RSHO, bien tras inducción con GnRH-Ag o con LH-r, se objetivaron una mejoría en todos los parámetros, tanto la tasa de supervivencia embrionaria, que era superior en éstos últimos grupos, como un mayor porcentaje de pacientes que llegan al transfer (70,8% vs 97,3% y 94,9, p<0,001), a excepción de la gestación por ciclo iniciado y por transfer que es significativamente mayor en el caso de RSHO, con respecto al otro grupo (24,6% vs 12%, p<0,001), aunque este efecto se diluye al hallar la tasa de gestación por transfer dado que aquí se excluyen los casos de no transfer. Esto se puede atribuir a que en este grupo de pacientes hemos congelado toda la cohorte embrionaria, incluyendo los embriones que se transferirían en fresco, lo que se traduce en una mejora de los resultados de descongelación y TEC.
En conclusión, nuestros datos sugieren que la vitrificación es una buena alternativa frente al protocolo lento, permite conseguir mejores tasas de gestación por paciente y también mejora sustancialmente la tasa de gestación acumulada, con ventajas en tiempo empleado en el proceso, y en no necesitar aparataje alguno para efectuarla. Por otro lado, al presentar un mayor porcentaje de supervivencia embrionaria tras la descongelación, permite un mayor número de transferencias con rendimiento superior frente al PL. Ello nos permite una disminución del número de embriones a transferir, disminuyendo el número de gestaciones múltiples y de síndrome de hiperestimulación ovárica, permitiendo la congelación de embriones maximizando la rentabilidad de cada ciclo de FIV.
El estadio embrionario para la vitrificación no mostró diferencias tanto si se realiza en el día +2 como en el +3 post-punción ovárica, aunque deberá realizarse en función de las indicaciones clínicas de cada paciente y de los resultados de cada laboratorio.
Se transfieren un mayor número de embriones por paciente en los grupo de inducción Análogos GnRH y RSHO, lo cual tiene una repercusión directa en la tasa de gestación, lo que viene a demostrar que cuando se transfieren los mejores embriones de la cohorte los resultados son superiores que cuando se hacen en transferencias sucesivas con embriones sobrantes. Esto apoyaría la posibilidad de diferir la transferencia embrionaria en aquellos casos de RSHO. Los buenos resultados de la vitrificación, va a permitir congelar embriones en casos de RSHO sin que ello conlleve una disminución en los resultados de FIV/ICSI.