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Editorial

Editorial

Autores:
Dr. Javier Marqueta Sobrino
Director Médico del Instituto Balear de Infertilidad. Palma de Mallorca. Ex - Coordinador del Registro de Actividad de la Sociedad Española de Fertilidad. Miembro del Grupo de Ética y Buena Practica de la Sociedad Española de Fertilidad *

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En  enero de 2008  comienza la actual crisis económica.  En España se ha reflejado de forma especial en el paro, con una cifra de desempleados próxima a los 5 millones.

Entre las medidas económicas del gobierno se encuentra la reducción del gasto público, con recortes presupuestarios en todos los sectores  incluida la sanidad.

 

En una situación marcada por  desempleo,  disminución de recursos económicos y  reducción del gasto público. ¿Qué consecuencias pueden producirse en la  reproducción asistida ?



La crisis económica incide sobre una crisis reproductiva de larga evolución. Según los últimos datos publicados en enero de 2012 por el Instituto Nacional de Estadística,  España registró hasta junio de 2011 una Tasa Bruta de Natalidad  de 10,4 nacimientos por cada mil habitantes, la más baja desde 2003. El Indicador Coyuntural de Fertilidad  o número medio de hijos por mujer descendió levemente hasta 1,38, muy por debajo del nivel de reemplazo,  y  la edad media de la mujer en la maternidad subió hasta 31,3 años. Un dato  significativo es la evolución observada en las madres de nacionalidad extranjera, responsables hasta  2010 de más del 20% de los nacimientos en España. En esta última encuesta se aprecia, por primera vez en este grupo,  un descenso del número de nacimientos, una disminución del número de hijos por mujer y un aumento de la edad a la maternidad.   



A la baja natalidad derivada de múltiples causas sociales y laborales se suma  un descenso propiciado por la crisis económica.



Los cambios económicos tienen gran incidencia  sobre la reproducción asistida.  En Alemania en el año 2004, la limitación de las ayudas económicas para  tratamientos de FIV/ICSI causó un descenso de casi el 50% de los ciclos realizados. En Dinamarca la introducción del copago para reproducción asistida motivó un descenso del 30% de los tratamientos.  En Italia se produjo en 2004 un cambio, en este caso legislativo, por el que se que prohibían algunos tratamientos. Mientras que la reducción de la financiación pública  en Alemania y Dinamarca fueron causantes de un desplome en los ciclos de tratamiento ,en Italia los cambios legislativos no tuvieron repercusión alguna sobre el número de ciclos.

En España no existen  datos fiables sobre la reproducción asistida. No conocemos con exactitud el número   de centros. El Censo actual corresponde al año 2009 y es incompleto. Tampoco conocemos con exactitud el número de tratamientos que se realizan. El único registro de carácter nacional, el Registro SEF,  es voluntario y recoge datos de aproximadamente el 65% de los centros. La llegada de pacientes que residen en otros países  para ser tratados en centros españoles es otra dificultad para   valorar la  actividad real.



Hasta noviembre de  2011, se ha producido un descenso del 17% en la venta de gonadotropinas. En Cataluña, el descenso de ventas en el mes de noviembre fue superior al 20% y las cifras provisionales del mes de diciembre indicaban una caída próxima al 50%.  Este descenso podría ser, en consonancia con lo observado en Alemania o Dinamarca, consecuencia de la suspensión del programa piloto que permitía a todas las pacientes acceder gratuitamente a la prestación farmacéutica.  



Aunque la  ausencia de información contrastada mediante  registros oficiales de actividad,  no permite  valorar con exactitud   la influencia real de la crisis sobre   los centros privados, la impresión general es que se producido una disminución del número de pacientes y de ciclos en el año 2011. La disminución de recursos económicos de las familias, el riesgo de desempleo  y la incertidumbre en la resolución de la  crisis,  condiciona    un descenso del gasto y una tendencia a retrasar y disminuir  la natalidad.

El retraso en la búsqueda de descendencia , con una edad media  actual para la maternidad superior a los 31 años, va a originar para el futuro   un aumento de la esterilidad por  envejecimiento ovárico , en las  mujeres  de más edad.



No debemos excluir la posibilidad de encontrarnos en una situación semejante  a la de otros sectores productivos,   un exceso de oferta. En estos  años el número de centros de reproducción ha seguido aumentando y, aunque en menor medida, parece que es una tendencia que persiste.  Para una población de 47 millones de habitantes, se estima que existen en España entre 180 y 200 centros en activo, el mayor número con Italia , 202 centros para 60 millones de habitantes, y el mayor número de centros por habitante  en  Europa, 1 por cada 250 mil ( Alemania 1/ 670 mil, Francia 1/650 mil, UK 1/800 mil, Italia 1/ 300 mil).  



La existencia de un  número elevado de centros  puede ser positiva para los pacientes al mejorar   la accesibilidad y favorecer  una disminución de precios. Los efectos negativos podrían derivarse de una  competencia basada en el precio.  La asistencia sanitaria no puede fundamentarse en “precios baratos” o en criterios predominantemente de negocio, porque podría condicionar una pérdida de calidad  o un aumento de tratamientos no estrictamente necesarios, con graves consecuencias para los pacientes.

La competencia se refleja igualmente en campañas de publicidad, que en algunos casos rozan límites legales, éticos y deontológicos.  El “precio más barato” , el “éxito garantizado” y otras ofertas no forman parte de nuestra conducta.  Vivimos bajo presión de  agencias de prensa y publicidad, páginas Web y publicaciones diversas, que intentan convencer     de la importancia de  anunciarse y de  lo grave que   puede resultar no disponer o estar  en webs, espacios o medios  donde están otros centros.  Se genera una espiral de gastos en publicidad en donde los más grandes siempre  serán ganadores.



Esta   “competencia publicitaria”     no supone  un beneficio informativo para los pacientes. La publicidad no puede confundirse con la información o viceversa.  La publicidad promocional dirigida a captar clientes con ofertas, promociones y resultados frivoliza  la medicina  y puede tener graves consecuencias. La publicidad, según sus contenidos, puede constituir una competencia desleal. Además   es  una forma de contrato con todas sus consecuencias. Quien se anuncia contrata con el consumidor la obligación de cumplir lo anunciado , aunque no exista  un contrato escrito.  Se puede llegar a transformar la obligación de medios  a la que nos  obliga el “contrato de servicios” de la medicina asistencial, en una obligación de resultados , el contrato de obra  de la medicina  satisfactiva.



En los  Centros Públicos debe observarse un aumento de demanda asistencial como consecuencia de la disminución de los recursos familiares  y  de   la menor actividad en los centros privados.  Este aumento de la demanda se enfrenta a la situación generada por la disminución del gasto público, los denominados “recortes”.



En febrero de 2002 el Grupo de Interés de Centros Públicos elaboró los “ Criterios para la utilización de los recursos del Sistema Nacional de Salud Español en técnicas de reproducción humana asistida “. Diez años después, las consideraciones generales de este documento siguen vigentes.

Afirma la absoluta necesidad de criterios de priorización  por la limitación de los recursos disponibles y resalta  la diferencia entre racionalización o uso eficiente de los recursos y  racionamiento en el que recursos disponibles son hurtados a la sociedad.  Está reflexión, que podría entenderse limitada a los gestores, debe   interpretarse de forma amplia, incluyendo a los profesionales. Los  recortes presupuestarios generan una importante controversia social en la que  todos los actores, incluidos los profesionales sanitarios,  tratan  de hacer prevalecer sus convicciones y decisiones.  Nuestra actitud ante los pacientes no debe dejarse condicionar por desacuerdos o posibles injusticias.



La limitación de recursos nos obliga más que nunca a utilizarlos con la máxima eficiencia posible, sin dejar de lado los criterios éticos que deben guiar nuestra actividad.



La travesía del desierto será larga, para pacientes y profesionales, pero es también una oportunidad para examinar nuestra posición ante la sociedad y los pacientes. Es un momento para mejorar la gestión, la eficiencia y la ética preparándonos para un futuro mejor.



 



* Las opiniones reflejadas en el artículo son a titulo personal del autor.


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Revista Iberoamericana de Fertilidad y Reproducción Humana
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